Si hace unos días analizamos en el blog la situación de los Knicks, hoy vamos a abrir por dentro a los Hawks de Atlanta, una de las franquicias perdedoras de la liga a pesar de su antiguedad. En primer termino, conviene saber un poco de la historia de los halcones del estado de Georgia.No fue hasta 1968 cuando la franquicia llegó a la ciudad donde residen ahora mismo: Atlanta. Sede de la Coca-Cola, de la CNN y poseedora de uno de los grandes aeropuertos del mundo, Atlanta es una ciudad que reune a cinco millones de habitantes en su área metropolitana siendo más de la mitad negra. Fue aquí donde se produjeron grandes avances en materia de derechos civiles en favor de la población afroamericana.
Antes de llegar a la ciudad, la franquicia había disfrutado de grandes estrellas como Bob Pettit en St. Louis, donde ganó un anillo, en Milwakee y en la zona del río Misisipi. En su llegada a Atlanta, los Hawks despuntaron durante años con Maravich como estrella para luego verse metidos en una reconstrucción que desembocaría en el brillante equipo que, liderado por el el matador Dominique Wilkins, obtendría plazas de honor durante los años 80. En la siguiente década, la entidad mantuvo un nivel honroso. Fue, de hecho, el nuevo siglo lo que apartó a los Hawks durante ocho años de la postemporada ganandose la fama de equipo perdedor.
Durante estos años, la plantilla fue reconstruyendose paulatinamente acumulando promesas y esperando a que algún año el proyecto se consolidase. Esta consolidación se ha dado esta temporada. Con un record de 37-45, el Phillips Arena volvió a disfrutar de unos Playoffs. Fue contra los Celtics y todo aficionado sabe lo que ocurrió. Los inexpertos Hawks ganaron sus tres partidos como locales y, aunque perdieron, alegraron a sus fans y les devolvieron la esperanza perdida.
Llegó el verano y los directivos debían tratar las renovaciones de los Josh, es decir, de Smith y de Childress. Pero la fama de tacaños ha hecho volar del nido, de momento, al exterior Childress y amenaza con la marcha de Smith, la estrella emergente de los Hawks. El General Manager de la franquicia, Rick Sund, renovó al entrenador Mike Woodson en Junio con la consiguiente queja de Josh Smith que llegó a decir que con Woodson, él no continuaría en el equipo. Además, cediendo ante Childress, atraído por la oferta griega, los Atlanta Hawks han invitado a todos los agentes libre a seguir el camino del 'swingman' ex de Stanford. Esto ha ocasionado un miedo generalizado en la liga y las culpas se echan a los patosos directivos de la franquicia de Georgia. La reacción a la pérdida del talentoso Childress ha sido la contratación de Maurice Evans (7.5 millones de dólares por 3 años). Es una operación más barata pero la plantilla se resentirá y más si Josh Smith se decide por otro equipo. También hay que recordar que la plantilla de este año era la sexta más barata de la NBA. La tacañería se paga caro en la NBA. Es el caso de los Clippers. ¿Será el caso de los Hawks? Esperemos que no. Pero, probablemente, se consumará el caso del más rico del cementerio.
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