Hace 3 años, en el verano de 2005, la empresa Akasvayu compró el equipo de Girona, perteneciente a la mejor liga de baloncesto de Europa: la ACB. Desde el principio, el nuevo patrocinador tiró de talonario para confeccionar una plantilla que estuviera a la altura de las mejores del continente. Así, el club le arrebató a todo una franquicia NBA como lo es Orlando al por entonces recientemente drafteado Fran Vázquez. Este, unido a Raúl López, a Dueñas, a McDonald y demás debían convertir al Akasvayu en un favorito a todo. Al nuevo proyectó se le comparó con el del todopoderoso Chelsea inglés que llevaba años a la cabeza del fútbol mundial.
Durante 3 temporadas, el equipo catalán cosechó puestos de honor en liga y copa pero no se había convertido en lo que estaba destinado. Al finalizar esta última temporada, en la que han contado con los servicios del MVP Marc Gasol, empiezan a aparecer problemas económicos que ponen en peligro la categoría del club. Mientras estos problemas salían a la luz, la plantilla ha quedado muy descompuesta. Se han marchado Gasol, San Emeterio, Montañéz... y peligran Arriel McDonald y Sada. El americano podría tenerlo hecho con el Dynamo de Moscú pero la entidad gerundense se opone al traspaso si no se paga la clausula conveniente.Y de momento no llegan fichajes cuando la plantilla cuenta con cuatro jugadores: los dos mencionados anteriormente más Cvetkovic y Radenovic.
En definitiva, si el club siguiese en la máxima categoría nacional, lo haría con un nuevo proyecto. Uno más modesto pero igual de ilusionante para la afición de Girona.
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